Historias sorprendentemente estupidas y mal redactadas: parte 1

Copy y paste, pero ahí va:


Los OVNIS habían intentado llevarlo. Ellos bajaron en sus platos voladores redonditos llenos de luces de colores, que estaban muy coquetas, en busca de el.
¿Porque lo querían?
¿Era un forajido intergaláctico?

El sabia que venían a buscarlo. Siempre lo supo, al igual que siempre fue conciente de estas otras criaturas. Insistía con que los OVNIS sobrevolaban nuestras casas, pero nadie le daba mucha bola, al fin y al cabo se había vuelto loco hacia uno tanto tiempo.

Ese día vinieron.
Bajaron de sus navecitas, al grito de su característico "AT ATATATATAAAAAAAAAT AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAT". Conciente de lo que estaba pasando, decidió refugiarse en el bunker que había cavado con autorización de mamona en el fondo de la casa. Monitoreaba todo desde ahí, tenia varias pantallitas que estaban conectadas a varias camaritas que a su vez estaban desplegadas por toda la casita. Basta de diminutivitos. En eso noto que su fiel compañero y amigo de toda la vida estaba llegando al hogar. No tenia forma de avisarle, de todas maneras era demasiado tarde...ATA ATTATAT AAAAAAAAAAAAAT, fue lo primero y ultimo que su amigo escucho. Segundos después era cargado por dos macaquitos hacia uno de los OVNIS que estaba estacionado a la vuelta de la esquina -había parking gratuito los domingos-
Nuestro héroe salió disparado del bunker y comenzó a repartir sopapos entre los cara de sopa con brócoli invasores.
Derribo a uno con un jab directo a la mandíbula, de todas formas no llego a conectar en la mandíbula porque usaban cascos, pero lo derribo y eso es lo importante.
Tomo un arco y una flecha que estaban de adorno en la pared con recuerdos de los abuelos y logro ensartar a otro. Pero seguían llegando. Eran demasiados. No habían suficientes flechas ni era físicamente posible luchar contra todos ellos.
Al darse cuenta de su situación decidió huir, era su mejor opción y así podría pensar un plan A para ayudar a su amigo y detener la invasión de los cara de brócoli con sopa. Mientras subía al viejo auto del Tío Jorge gritó “LEONOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO VOLVERE POR TI".

Piso el acelerador y salió como tejo.
Necesitaba un plan, talvez un poco de ayuda no le vendría mal, pensó.
Cuando se alejo lo suficiente de su querido Pueblo Paleta, decidió detenerse a un lado del camino.

Snarf estaba exhausto.